La aventura de crear tu masa madre es un proceso mágico. Realmente, tenemos un ser vivo al que hay que alimentar, a cambio… ¡Nos dará el mejor pan! Tendrá mucha más personalidad, características únicas, un sabor más particular y un toque emocional que no encontraremos nunca en un producto de fabricación industrial.
¿Qué es la masa madre?
La masa madre es una levadura 100% natural que se utiliza para hacer pan y muchas otras preparaciones. Es un fermento que se lleva a cabo utilizando agua y harina. La misma mezcla de ambos ingredientes propicia la reproducción de microorganismos capaces de fermentar la masa. Cuando mezclamos la harina con el agua y dejamos reposar, comienzan a reproducirse.
En el proceso de fermentación, el almidón, presente en la harina, se transforma en glucosa. Nuestra masa madre, es la encargada de realizar la fermentación.
¿Para qué sirve la masa madre?
La masa madre sirve para hacer cualquier cosa que lleve levadura: pan, pizza, repostería, etc. Yo estoy empezando con esta aventura, poco a poco, iré compartiendo todas las recetas para que nos deleitemos con los increíbles sabores que nos dará. 🙂
¿Cómo hacemos masa madre?
Para hacer masa madre necesitarás una pesa digital, es muy importante, porque hay que ser preciso con las cantidades que vayamos a utilizar.
Yo recomiendo utilizar un recipiente de vídrio hermético para guardarla, así puedes ver como va creciendo. Con una goma o rotulador, puedes ir haciendo las marcas para controlar su crecimento.
Respecto a la harina, yo he utilizado harina integral de trigo, tambíen, puede ser de centeno, lo importante es que sea integral.
El ambiente debe de ser cálido, entre los 20-25 grados para favorecer la actividad de las bacterias.
El proceso puede llevar una semana hasta que puedas utilizar por primera vez tu masa madre en una preparación, pero es tan maravilloso, que merece la pena esperar.

Elaboración paso a paso
Día 1: harina y agua
¡Qué empiece la aventura!
- Pon el recipiente que hayas elegido sobre la balanza y dale click a “Tare”, “Zero” o lo que tenga tu balanza para que se ponga en cero con el nuevo peso encima.
- Mezclar 100g harina y 150g de agua tibia. Remover bien y tapar. No ajustaremos la tapa del bote para que se libere el dióxido de carbono que se genera.
- Déjala en un lugar a temperatura ambiente. No la metas en la nevera aún, luego vas a poder hacerlo, pero por ahora necesitamos que esté al máximo de su actividad.
Día 2: ¿hay alguien ahí?
Pasadas 24 horas, puede ser que empieces a ver actividad o no. Puede que crezca mucho, poco o nada. En el segundo día, reserva 75g de la mezcla del día anterior (composta o descarta el resto). Regresa los 75g de nuevo al recipiente que estabas usando (no hace falta lavarlo) y mezcla con 100g de harina y 125g de agua. Tapar y dejar a la misma temperatura que estaba. Recuerda que el agua no debe de estar muy fría.
Día 3- desayunas tú y desayuna tu masa madre
A partir de este momento, recuerda siempre alimentar a tu masa madre. Ahora puede que ya veas actividad, ¡hay alguien ahí!. Nuevamente, saca 75g de la mezcla del día anterior y agrega 100g de harina y 125g de agua.
Día 4, 5 y 6- ¡veo que tenemos una relación exigente!
Empezamos a alimentar a nuestra masa madre dos veces al día. Vuelve a hacer lo mismo que el día 3: agrega 100g de harina y 125g de agua. Repite lo mismo 12 horas después.
Día 7 y para siempre- la relación se consolida
Desde el día 7 en adelante, haz lo mismo pero con menos masa madre de la mezcla inicial. Usa 50g de masa madre anterior y añade 100g de harina y 100g de agua tibia. Este proceso hay que repetirlo cada 12 horas.
Entonces… ¿Cuándo es el mejor momento para usar mi masa madre?
El momento en el que puedes hacer pan es cuando tu masa madre crezca de manera predecible. Existe una prueba para ver si nuestra masa madre esta lista para ser usada. Se llama la prueba de la flotabilidad. Llena una vaso de agua y echa una cucharadita de masa madre. Si se va al fondo, es que nuestra masa madre todavía no está lista. Si flota, ya puedess utilizar tú masa madre.
Mantenimiento de la masa madre
Es importante alimentar siempre tu masa madre cuando esté totalmente activa. Seguiremos alimentando nuestra masa madre utilizando el proceso del último día: apartamos 50g de masa madre y añadimos a la mezcla 100g de harina y 100g de agua. Con el tiempo, tu masa madre se hará más fuerte, vas a notar que su máximo de volúmen ya no es a las 12 horas sino a las 4-6-8 horas. Si es así, tienes que quedarte con menos masa madre al inicio. Prueba cambiando las cantidades hasta que logres que llegue a su máximo volumen a las 12 horas.
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